La mejor combinación del turismo rural

y gastronómico!

El oleoturismo en Andalucía es una iniciativa innovadora que combina lo mejor del turismo rural y gastronómico. Que la región se haya convertido en pionera en este tipo de experiencias no es casualidad: lo tiene todo para quienes deseen descubrir y disfrutar de las bondades del aceite de oliva.

Aceite de oliva; el oro líquido

En España, al aceite de oliva se le suele llamar oro líquido. España es líder mundial en producción y comercio exterior gracias a su tradición olivarera y a una industria tecnológicamente avanzada capaz de obtener aceites de gran calidad. La producción española de aceite de oliva representa el 70% de la producción de la UE y el 45% de la producción mundial. Más del 80% de esta producción procede del olivar andaluz, que en la provincia de Jaén forma una masa tan homogénea que recibe el nombre de «mar de olivos».

¿Qué es el oleoturismo?

El oleoturismo es un término que hace referencia a todas aquellas actividades turísticas organizadas en torno al aceite de oliva, uno de los productos gastronómicos clave en la dieta mediterránea, declarado Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO. Es ampliamente reconocido en todo el mundo por sus beneficios para la salud, su excelente sabor y su versatilidad en la cocina.

Experiencias únicas en la Costa del Sol

El oleoturismo es una actividad cada vez más popular en la provincia de Málaga. Numerosas almazaras abren sus puertas a todo aquel que desee conocer todos los secretos del llamado «oro líquido». Además de visitar sus instalaciones, muchas de estas empresas muestran a los visitantes sus singulares olivos y organizan catas de distintas variedades de aceite de oliva o desayunos molineros.

Catas y experiencias de oleoturismo en Andalucía

Las visitas guiadas a almazaras y las catas de aceite de oliva no son las únicas experiencias de oleoturismo en Andalucía. Existen otras muchas. Las más numerosas son las que combinan diferentes propuestas gastronómicas, como catas de aceite de oliva integradas en otras degustaciones más extensas. Estas incluyen vinos, postres, jamones, pan u otros productos locales. Muchas de estas visitas se organizan entre noviembre y febrero, cuando se recoge la aceituna. No obstante, las almazaras también organizan visitas temáticas en otras épocas del año.

Degustación de aceite de oliva: una fiesta para el paladar

Por supuesto, las visitas guiadas a las almazaras suelen incluir una cata de aceite, que permite al turista saborear el producto final y distinguir entre las distintas variedades, ya sea según su proceso de extracción (virgen extra y virgen), su grado de acidez o el tipo de aceituna utilizada (arbequina, cornicabra, picual y hojiblanca).

La cata también puede centrarse en las características organolépticas de una determinada Denominación de Origen Protegida. Aunque muchos usuarios pueden no ser conscientes de ello. Algunos sellos de calidad dependen de la zona de producción, como ocurre con el vino.